Daniel Bisogno se sinceró con Pati Chapoy. En una entrevista que será publicada completa el fin de semana en el canal de Youtube de la periodista, Bisogno habla abiertamente del padecimiento que lo llevó al hospital por segunda vez.
“Fui a una revisión por mi problema de las várices gástricas y el doctor notó que la vesícula estaba inflamada. Me dijo que me tenía que operar pero que se podía programar”.
Reveló que ese diagnóstico reveló también que su hígado no está bien y que tiene que someterse a constantes revisiones.
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“Me hacen estudios de todo y se dan cuenta que la vesícula está muy inflamada y tienen que operar. Llega el cirujano, me mete a cirugía y tiene que hacer un trabajo extra porque mi vesícula está pegada a mi hígado, entonces podría venirse una hemorragia terrible”.
De modo que tuvieron que dejar “un pedacito adherido al hígado”, como una especie de parche.
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El testamento de Daniel Bisogno
Pati Chapoy le preguntó: ¿Pero el hígado está bien?
Bisogno respondió con un rotundo “no” que sorprendió a Pati.
“No está bien. Bien, bien, no, no está bien. Está dañadon… está funcional, pero por eso hay que estar checando el hígado… tiene su daño, pero hasta el momento no se ha hablado de trasplante
Enseguida, la conductora le soltó una pregunta: “¿Ya fuiste con el notario?”
Daniel soltó una carcajada y luego dijo: “Ay Pati… así es de…”.
Luego explicó que efectivamente ya tiene todo listo para cuando no esté y que su mayor preocupación es su hija:
“Primero que nada, tengo un seguro que, si llego faltar yo o su mamá, queda cubierta su educación hasta que termine”.
¿Daniel está en problemas económicos?
Con franqueza, contó que su enfermedad ha mermado su patrimonio.
“Lo que he trabajado… si trabaja usted de más, luego se lo gasta en doctores, no conviene la inversión. Lo que he ganado es para ella (su hija) y para mis papás en caso de que eso suceda”.
Pero Daniel Bisogno es optimista sobre su futuro porque, dice, tiene una razón para seguir vivo: su hija.
“Yo creo que no va a pasar que muera pronto porque no me voy a permitir no ver a mi hija crecer. Todos los que tenemos hijos sabemos perfectamente que uno lucha hasta el último momento para estar bien para ellos”.
Bisogno también explicó que su baja de peso es evidente porque estuvo varios días sin alimentos sólidos, lo que le provocó que bajara 10 kilos por esa crisis de salud.
“No podía comer ni nada y me tenían a puro líquido, a puro suero; ya me explicaron como se va perdiendo los músculos y lo que hay que aplicar es proteína”.