La valiente revelación de Sasha Sokol sobre el abuso que sufrió por parte de su representante y poderoso productor, Luis de Llano, ha sacudido a México y ha puesto sobre la mesa un tema tabú en la sociedad. En una entrevista exclusiva con EL PAÍS, Sasha rompe el silencio de casi cuatro décadas y comparte los detalles de esta relación de abuso que comenzó cuando ella era solo una niña de 14 años y él tenía 39.
Durante años, Sasha fue retratada en los programas de prensa rosa como una figura enigmática, alimentando la curiosidad de los medios y la audiencia. Sin embargo, detrás de ese enigma se ocultaba un secreto doloroso que ella misma mantuvo oculto durante mucho tiempo. Ahora, a sus 52 años, Sasha decide hablar públicamente sobre su experiencia para visibilizar el problema del abuso y prevenir que otros menores pasen por lo mismo.
El detonante de esta entrevista fue la publicación de unos tuits en los que Sokol denunciaba públicamente el abuso que había sufrido. Fue la primera vez en México que una artista de su renombre señalaba directamente a su agresor, lo cual generó un impacto significativo en la opinión pública y en el sistema.
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Después de interponer una demanda por daño moral, Sasha obtiene una sentencia favorable que confirma la relación asimétrica e ilícita que vivió con Luis de Llano. Aunque el delito ya ha prescrito, la sentencia condena al productor por dañar su dignidad, su desarrollo personal, su honor y su integridad física, psicológica y moral. Además, se le obliga a disculparse públicamente y a abstenerse de hablar sobre los hechos.
En la entrevista, Sasha Sokol admite estar nerviosa pero llena de convicción al decidir hablar públicamente. Reconoce que durante décadas normalizó la relación de abuso debido a la manipulación y el grooming que sufrió. Luis de Llano la hacía sentir especial y ella, en su inocencia, aceptaba sus avances sin entender realmente su significado. Además, las críticas y los señalamientos siempre se dirigían hacia ella, lo que la llevaba a creer que era culpable de lo que estaba pasando.
Después de escuchar una entrevista en la que Luis de Llano minimizaba y ridiculizaba la situación, Sasha decide romper el silencio. Escribiendo y llorando, toma la decisión de hablar públicamente y poner un límite a su agresor. A partir de ese momento, enfrenta el desafío de protegerse a sí misma y establecer límites, ya que de Llano continúa hablando sobre ella y distorsionando la verdad.
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Sasha reconoce el apoyo de su familia durante este proceso, aunque destaca que también vivió años de mentiras para ocultar lo que sucedía. Finalmente, después de dos años de relación, decidió revelar la verdad a su familia, quienes la sacaron del grupo Timbiriche y la enviaron al extranjero. Sin embargo, la relación continuó a escondidas durante ese tiempo.