Juan Manuel Bernal es hoy uno de los primeros actores de este país y con más de 30 años de experiencia ha logrado dar pasos firmes y sólidos que le han valido el reconocimiento internacional y aunque no del todo en México, su país natal, que no le ha dado el reconocimiento que merece. Películas como “El callejón de los milagros”, “La habitación azul” y “Obediencia perfecta”, ya íconos de nuestro cine son muestra de su calidad histriónica.
Con mucha “rabia”
Juan Manuel confesó sentirse en plena madurez personal y actoral, que le han permitido ser más selectivo en los personajes que le ofrecen, como el que realiza en el largometraje “Rabia” que recién se presentó en el Festival de Cine de Guadalajara y va a competir en otros foros internacionales.
-Rabia es una película de terror, debo confesar que soy muy difícil para ver terror. Hace como 8 años Jorge Michel Grau, que es el director, se me acercó para hablarme del proyecto, esperamos todo este tiempo para poderla filmar, porque así es el camino que recorre una película mexicana y de repente cuando me dice ya está, vamos a hacerla y nos vamos a ir encerrar a una unidad habitacional por allá a la salida de Pachuca.
Echar a volar la imaginación
Hacer una película de terror o cualquier filme que tenga muchos efectos especiales es más complicado para el actor, es donde realmente tienen que demostrar su calidad histriónica.
-Hay muchas cosas que te tienes que imaginar porque después de esto viene la post-producción en donde entran otras, tienes que reaccionar a la nada. Te dicen lo que vas a ver y entonces juega mucho la imaginación, pensar que lo que está ocurriendo es la realidad. Por otro lado, siento que tenemos una historia muy fuerte, la vida de un hombre con su hijo que están huyendo por un suceso extraordinario que les pasan y entonces llegan a refugiarse en esta unidad habitacional en donde sucede todo. Para lograrlo, se construye muchísimo desde el mismo guión, la información que te da es donde empiezas a construir el pasado, en este sentido tenía la fortuna de que Jorge Michel es el mismo guionista de la película y traía todo el antecedente desde donde surgió la historia. Es un personaje con muchísimo dolor, es un personaje que trae muchísimas cosas atoradas y lo increíble para el espectador es que hasta el final se dará cuenta de que es realmente lo que sucede en esta historia. Tiene que ver con hombres lobos.
“Rabia” se estrenó ya en el Festival de Cine de Guadalajara y estará del tres al nueve de junio exhibiéndose y compitiendo en la categoría de mejor película.
-Además de ser un thriller, es también una historia de amor entre un padre y su hijo. Siempre me gustan las historias que hablan de amores entrañables, que el espectador se puede identificar perfectamente con ellas. Cuando ves que hay un padre que hace los que sea por salvar a su hijo. Estoy rodeado de actores increíbles como mi maestra Angelina Peláez, Paco Barreiro, Mayra Batalla, Maximiliano Najar, Gilberto Barraza.
Al teatro “Consentimiento”
Después de cinco años, debido a la pandemia y otros compromisos, Bernal regresa al teatro por una corta temporada en el Helénico…
-Se llama “Consentimiento” y estaremos a finales de agosto, por una corta temporada, solo 20 funciones. Me entusiasma este proyecto porque cuenta con un reparto increíble: Marina de Tavira, Jana Raluy, Daniela Smith entre otros. Lo único que les puedo adelantar es que es una historia contundente, fuerte y estamos dirigidos por Enrique Singer, que es un gran director. Además, trabajar con Marina de Tavira, con quien lo he hecho muchas veces, me encanta somos buenos amigos y ella es una verdadera profesional.
La cabeza de Joaquín Murrieta
A inicios de este año se estrenó en plataformas la serie “La cabeza de Joaquín Murrieta”, una historia polémica que ha levantado ámpula no solo por su contenido, sino también porque algunos “críticos” aseguraron que cómo era posible que Juan Manuel Bernal la protagonizara, siendo rubio y de ojos verdes, que esto no era la imagen de un mexicano.
-La cabeza de Joaquín Murrieta es la historia sobre nuestro primer héroe mexicano que es un desertor del ejército cuando se entera que hay un arreglo entre México y Estados Unidos y perdemos la mitad del territorio. Murrieta, de ser un general del ejército, se convierte en un bandolero y se dedica a robar el oro a los gringos para dárselo a los a los mexicanos.
-Es una es una serie producida por Amazon y la verdad me siento absolutamente orgulloso y estoy seguro de que quien la vea va a quedar fascinado con la historia, es una serie que puede competir con cualquier serie a nivel mundial. Vale la pena porque nos enseña otra parte de la historia de nuestro país por la fiebre el oro y además creo que es importantísimo entender de dónde venimos. En el siglo 19 éramos un país roto y con Murrieta vamos a entender nuestro presente para poder tratar de mejorar nuestro futuro.
Lo criticaron por ser güerito
Se armó la polémica, luego de que se atrevieron a decir que Bernal no podía interpretar un papel como el de Joaquín Murrieta ya que era “güerito de ojos verdes”. Claro sin tomar en cuenta el estereotipo de la gente que vive en el norte del país. “Yo creo que no habían visto nuestra serie, las críticas vinieron antes de que estrenáramos y cuando la vieron ya entendieron, cambió su idea. Por eso le pido al espectador verla”.
Siempre con personajes “incómodos”
Juan Manuel se ha especializados en personajes “difíciles”, lo que significa para el actor un reto cada que llega un guión a sus manos.
-He tenido la fortuna de que siempre me llegan proyectos de los que hay que hablar, a veces son muy incómodos y después de esta película, “Rabia”, tengo otra película absolutamente incómoda con Carlos Carrera y que cuando leí el guión dije cómo le vamos a hacer, esto es fuertísimo, pero hay que hacerlo, es la única manera en la que nos vamos a dar a conocer. Yo estoy tratando de hablar sobre temas polémicos y concientizar desde mi barrera, que es mi trabajo como actor. A lo largo de mi carrera he tocado casi todos los temas más fuertes. En 2014, hicimos una película de la que nadie se atrevió a hablar porque era sobre pederastia, con la que me gané un premio muy importante “Obediencia perfecta”. Además, me consolidó en mi carrera cinematográfica que ya de alguna manera se había medio perdido. A partir de allí sentí que yo tenía una responsabilidad social como actor y que tenía que hablar de los temas de los que rara vez se hablan incómodos esa es la palabra. La mayor satisfacción que tengo como actor, es que sigo buscando guiones que digan algo que incomoden o que acomoden, concluyó.