Justo en la temporada de verano es cuando algunos frutos alcanzan su madurez y están disponibles para su consumo.
Uno que es famoso en esta época es el taro. Seguramente has visto que muchas heladerías de plazas comerciales o en la calle ofrecen helados sabor taro. La gran mayoría de quien lo pide realmente no sabe qué es ni de dónde viene y sólo lo piden para impresionar o sentirse cool.
De origen muy, muy lejano
Para que estés al tanto sobre lo que es el taro, tendremos que situarnos en Asia, específicamente en la India, lugar de donde es originario. Si creías que es un fruto, es incorrecto, porque el taro es un tubérculo, igualito a la papa o camote.
El taro crece en la tierra y además del vegetal, le florecen unas hojas muy particulares, pues su forma es muy similar a la de un corazón, de color verde intenso, que también se emplea como alimento en India.
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El taro está conformado de tres partes: las hojas, el vegetal y sus raíces, que son estas últimas las que desprenden ese original color violeta o lila que es de gran atractivo visual y que ha funcionado perfecto como ingrediente para postres, en especial los helados. Existen, además, taro blanco y rosa, aunque el morado es el más popular.
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Apoyo digestivo
Como ya te dijimos, el taro es un tubérculo, de ahí que sea fuente de fibra que ayuda a mejorar notablemente el tránsito digestivo. Además, es un buen aliado para controlar la glucosa, que previene no se disparen los niveles en el cuerpo. Reduce la presión arterial y mejora la circulación de la sangre.
Otro de sus beneficios a la salud es que tiene vitamina C que ayuda a proteger el sistema inmune y reduce las probabilidades de desarrollar diabetes. Además, es rico en potasio.
Con moderación
Además de un color atractivo y nutrientes, el taro también tiene algunos inconvenientes, entre ellos, es que posee un alto contenido calórico y no, no estamos hablando del vasito de helado sabor taro que pediste, estamos hablando del vegetal en sí.
Se estima que solo 100 gramos de taro cocido tienen alrededor de 112 calorías, una cantidad muy alta por tratarse de un tubérculo. Ahora, imagínate cuántas calorías tiene el helado que te pediste.
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Aunque en India y otras regiones, como la Polinesia Francesa, que es donde se consume más, emplean el taro para preparar sopas, guisados o en estofados. En contraste, en América se usa más para preparar bebidas o postres, como los famosos helados.
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Su versatilidad radica en su sabor tan ligero con notas a nuez, vainilla, camote y esencias florales.
Para tomar en cuenta
Aunque hasta ahora hemos hablado bien de este tubérculo, es importante aclarar que recién extraído de la tierra es un vegetal tóxico, lo mismo que sus plantas, por lo que además de lavarse se tiene que cocinar para quitarle esa particularidad dañina que tiene, que se elimina fácilmente cuando se pone a cocer.
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