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Cómo ser un verdadero líder y no morir en el intento (ni hacer el ridículo)

Si dentro de tus planes está dirigir un grupo, conoce cuál es la estrategia y visión que necesitas para cumplir con tu objetivo

Escrito en TENDENCIAS el

No podemos entender la vida sin reglas, sin orden y sin una estructura organizacional que nos permita vivir en armonía. Desde los tiempos más remotos, el ser humano estableció ciertas normas y lineamientos que permitieron formar lo que hoy conocemos como civilizaciones. 

Para conseguirlo, fue necesario designar a un responsable, que representara al resto de la comunidad y velara por sus intereses. Fue así como surgieron los líderes, que hoy en día son pieza clave para el cumplimiento de los objetivos en los distintos grupos u organizaciones y que los vemos representados a través de figuras como la de un presidente de una nación, director de una empresa o un responsable de grupo. 

“El concepto del liderazgo se ha convertido en la piedra filosofal de todo tipo de organizaciones desde milenios atrás. Aquel o aquella que tiene liderazgo tiene el poder.?El poder de liderar?a los suyos, el poder de defenderlos, de hacerlos crecer y de imprimir una huella en el mundo”, explica para YoSoiTú Carlos Arteseros, CEO de Decentra. 

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Para el experto, actualmente la gran mayoría de las personas anhela con tener ese cargo, pero no muchos reconocen que necesitan ser liderados, “y esto es porque en el fondo, el concepto liderazgo es un concepto mucho más abstracto de lo que muchos están dispuestos a aceptar. Hoy en día existen diversas visiones y maneras de entender este concepto”. 

Vías para ser un líder 

De acuerdo con el mentor de negocios, existen cuatro maneras de conseguir ser líder, cada una clasificada de acuerdo a la manera en la que se consigue obtener el cargo. 

El más común es a través de la posición, que se refiere cuando se asciende en una estructura social jerárquica y automáticamente asume el liderazgo de la gente a su cargo. Como ejemplo claro está un padre de familia o un profesor en una clase. 

Una categoría más nueva es la que se conoce por actitud, que se da en “aquella persona que se le reconoce como carismática y empática. Su carácter y su visión hace que los suyos le sigan casi naturalmente porque creen en él o en ella. Este es el líder que dirige desde abajo, que no requiere una posición social o estructural, sino que simplemente por su forma de ser guía a los demás y los demás le siguen”, define Carlos. 

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Un tercer caso es el conocido como de don divino, que es el que se da como una especie de designio superior en la que por añadidura forma parte de la personalidad del representante o jefe. “El liderazgo como don es una de las visiones menos empoderadoras porque si no lo tienes, prácticamente no hay nada que se pueda hacer”, señala el propio CEO de Decentra. 

Por último, nos encontramos con el líder que se da a través de juegos de roles. Es decir, por ciertas circunstancias se designa una persona para que cumpla con ese papel dentro de una organización. Un caso común, son los presidentes o gobernadores interinos, que son asignados para cumplir con el rol que se les está pidiendo en lo que se convocan a elecciones. En estos casos, la ocupación del cargo es temporal. 

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Con objetivos y visión clara  

Para el experto, existe una gran competencia por sobresalir y por ocupar cargos de relevancia, como sucede en el ámbito laboral, por ello, revela que un diferenciador que puede ser crucial para que te puedas hacer de este rol es ver al liderazgo como herramienta de transformación social 

“La perspectiva del liderazgo como herramienta de cambio es un punto de vista que nos permite ver el arte de liderar a las personas como una herramienta, como si fuera un martillo o una caja de herramientas. ¿Una herramienta, para qué? Para lo que la use quien la tiene, idealmente una herramienta para el progreso y la innovación social. 

Para Arteseros, si trabajamos bajo esta visión será posible hacerse del liderazgo de un grupo en cualquier momento y circunstancia. Para conseguirlo, basta con conocer a quien lideras, es decir, conocer a tu comunidad.  

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“Muchos se saltan esta parte, pero conocer sus miedos, sus ambiciones, sus pasiones y sus motivaciones es el primer paso que debes dar para usar el liderazgo como herramienta siempre.  

Otro punto clave, es saber identificar los problemas que como comunidad tienen o están por enfrentar, para después valorar si el camino que han elegido para resolverlo es el adecuado o habrá que buscar nuevas alternativas.   

“Esto es simplemente crear innovación, porque la innovación es la cualidad última del líder. Reconocer el paradigma en que viven las personas y crear un nuevo paradigma es la acción misma del liderazgo como herramienta”, revela el experto. 

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Por último, recomienda trabajar en la comunicación asertiva y clara, que sea entendible y que genere más certezas que dudas.  

“De nada te sirve tener un plan para tu tribu si no eres claro al comunicar este plan y mostrarles lo bueno que es. Puedes ser o no ser el líder, pero sin importar la situación jerárquica que te encuentres, sin importar tus habilidades sociales o de persuasión, si ves el liderazgo desde una perspectiva estratégica siempre puedes tomarlo como una herramienta para llevar a los tuyos a un lugar mejor”, finaliza el actual CEO de Decentra. 

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