Se ha descubierto que el ejercicio es una excelente herramienta para que las mujeres embarazadas pueden mejorar su salud y la de su bebé.
Siempre bajo supervisión médica, es recomendable que las futuras mamás combinen, además del descanso y una dieta saludable, el entrenamiento físico durante los nueve meses de embarazo.
Dentro de los principales beneficios se encuentra el sentirte mejor. Independientemente de la rutina o entrenamiento, tu cuerpo se activará y comenzará a producir endorfinas, que transmitirá sin duda alguna al bebé, haciéndolo sentir bien a él también.
Al mantener tu cuerpo en acción, tus músculos y huesos se fortalecerán. No estamos hablando de correr muchos kilómetros, basta con salir a trotar o caminar para activarte y sudar un poco. Ahora, que si tienes mucha energía, entonces podrás consultar con tu médico la posibilidad de hacer rutinas con peso o más ágiles, como tomar una clase o entrenar con pesas.
Muchas mujeres que se ejercitaron durante su embarazo reconocen haber preparado mejor a su cuerpo a la hora del alumbramiento, tanto en partos naturales como vía cesárea.
Sí, también la vanidad cuenta al momento de hacer ejercicio durante el embarazo. Entrenarse durante este periodo te ayudará también a controlar tu peso. Si bien, subirás algunos cuantos kilos, recuperar tu figura será mucho más fácil y rápido. Recuerda que el cuerpo tiene memoria.
De poco a poco
Hay muchas mujeres que no han hecho ejercicio en su vida y cuando se embarazan adoptan este hábito. De acuerdo con El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos recomienda que una madre embarazada se ejercite al menos 2 horas y media por semana. Esta sugerencia está enfocada precisamente en aquellas mujeres que no habían realizado alguna actividad física previa a quedar embarazada.
Ya para mujeres acostumbradas al entrenamiento, sugiere aumentar el tiempo, incluso la actividad, ya que puede considerarse alguna actividad más enérgica y de mayor impacto. Ojo, siempre bajo supervisión profesional.
Dentro de las actividades recomendadas están el salir a caminar, trotar o correr, siempre y cuando la condición lo permita. Lo ideal es hacerlo por las mañanas, antes de que el solo esté más intenso, o por las noches, que no hace tanto calor y suele estar más fresco.
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Para quienes tienen la opción, la natación es una excelente alternativa para las mujeres embarazadas, pues su condición y respiración mejorará notablemente, que te ayudarán durante el momento del parto.
De acuerdo con la escuela de natación Zwemmen, nadar “te ayudará a evitar las náuseas y te dará energía para el resto de la jornada”.
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Practicar pilates también se recomienda cuando se está embarazada, pues ayudará a mantener tus músculos fuertes y tonificados, en especial los de la cadera y espalda, que luego son los que más duelen y cansan por cargar el vientre tan grande.
Otro de sus beneficios es que aprenderás a controlar y mejorar la calidad de tu respiración, fortalecerás el suelo pélvico e, incluso, mejorará la retención de líquidos que se suele padecer durante este periodo.
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Si lo que buscas es una actividad de menor impacto, pero con resultados en tu cuerpo, entonces puedes inscribirte a clases de yoga. Si bien, tendrás que adaptar algunas posturas, dependiendo el volumen de tu vientre, te ayudará a contrarrestar los dolores musculares y hasta de huesos.
Tu práctica te guiará en coordinar la respiración y ayudará a reducir el estrés, liberando tensión y relajar los nervios. Ideal su estás considerando un parto natural, pues irás entrenando tu pelvis para el momento del alumbramiento.
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